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Wednesday, October 29, 2014

Yoga, 4 millas y una cuesta empinada

Guadalajara, 23 de Septiembre de 2014.

¡Yo haciendo Yoga! Sería una broma de mal gusto si no fuera verdad. Los que me conocen saben que nunca me pararía en el Yoga. Pero fue justo lo que hice, desde hace tres semanas.

Pero bueno dejé de lado mis traumas y ahí voy a yoga, el cual me ha servido mucho. Estoy yendo a yoga los lunes a las 6pm; voy justo después del domingo, que es la carrera larga, y siendo el Lunes el día de descanso de la misma. 

Fui la primera vez con escepticismo y sin “mucha necesidad” de ir, vamos, no me sentía ni dolorido ni aporreado. Pero me gustó ir. Básicamente el Yoga para mí fue como si durara una hora con ejercicios de estiramiento, y me gustó que, al correr al día siguiente, me sentí como más ligerito. Me empezó a doler el tobillo izquierdo, y tuve que usar una venda-soporte para mi tobillo durante una semana, y el dolor desapareció. Fui a Yoga otra vez el lunes pasado y me volvió a gustar, aunque la carrera que hice de 18 millas se fue medio sin pena y sin gloria. Pero me sentí otra vez a gusto. Así que, en las 20 millas en las que terminé totalmente agotado física y mentalmente, era claro que  esperaría con muchas ganas mi clase de yoga del lunes. Y fui a yoga todo dolorido. Agotado y rendido. Y terminé la clase agotado y rendido, pero ya sin tanto dolor de las piernas.

Hoy Martes 23 de Septiembre me levanté a correr 4 millas. Me dolió un poco mi muslo derecho, pero no tanto como lo tenía de aporreado, además de que corriendo se me quitó. Pero es otro hecho que el tobillo se me volvió a lastimar hoy. No está lastimado, sino con un dolorcito, como poquito torcido.


Y pues estoy que me muero de cansancio. Esta recta final de 40 días hasta el maratón me está llenando de incertidumbre, de que un error me puede salir carísimo, de que me tengo que disciplinar más, dormir mejor, comer mejor. Creo que necesito cambiar de zapatos y creo que necesito hacerlo ya. Y correr aplicándome vaselina para evitar rozaduras, cosa que ya empecé a hacer hoy, y cortarme la uña morada, cosa que ya hice también hoy. Pero la cuesta ahí está, y el cansancio acumulado mata. Tal vez es que estoy entrenando a velocidades demasiado rápidas. Tal vez mis millas deberían de ser un poco más lentas, para no cansarme tanto y para no correr el riesgo de lastimarme. 

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